Gracia, un novicio del Congo, cuenta los acontecimientos vividos con la comunidad del noviciado durante la Semana Menesiana, en Dapaong, Togo.

«Lo que hoy nos hace sentirnos felices, no es nada más que la experiencia de Jesús que tenemos cada día en la vida comunitaria y en el contacto con los niños durante las sesiones de catequesis.

La semana menesiana ha estado marcada en el noviciado por las enseñanzas centradas sobre la vida del Padre de la Mennais y sobre la historia de la Congregación. Estos momentos de clase nos ayudaron mucho a conocer la espiritualidad menesiana.
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El 26 de noviembre, por la mañana, hicimos la tradicional carrera menesiana: 15 km de carrera pedestre alrededor de la ciudad de Dapaong. Cinco corredores, los cuatro novicios y su maestro, el Hno Jean, acompañados de dos ciclistas, los Hnos Philippe y Gilbert. El trayecto se hizo en una hora y media. Algunos cantos de la semana menesiana dieron ritmo al trayecto. Esta carrera fue ofrecida por la glorificación y beatificación de nuestro Venerable Padre  Fundador.

Después de esta carrera menesiana, la comunidad del noviciado recibió a los Hermanos de Ogaro, a los de Mango y a los pre-postulantes de Ogaro para tener una hermosa celebración eucarística presidida por el sacerdote de nuestra parroquia, el Padre Soler,  acompañado por el Canciller de la diócesis, el Padre Gilbert Lébine. Después de esta celebración tuvimos una

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comida muy fraterna. Esta jornada terminó con la oración de vísperas, con asistencia de los aspirantes FIC de Dapaong, seguida de una merienda cena.

Animados por el Amor con el que se quieren como hermanos, los hijos de Juan María se sintieron contentos de estar juntos. Te pedimos siempre, Señor, que la santidad de nuestro Padre Fundador sea reconocida pronto y sea proclamado beato por la Iglesia. »

Gracia, novicio congolés, en Dapaong.