En este mes de mayo y en este tiempo de crisis sanitaria, con sufrimientos vividos en todos los continentes, el Papa Francisco invita a una «maratón» de oración para invocar el fin de la pandemia. Se centra en el tema: «La Iglesia oraba insistentemente a Dios» (Hechos 12,5).

En casa, en familia, en las comunidades, en grupos, se propone descubrir la belleza del Rosario, confiando en María. Todos estamos invitados a rezar el rosario durante este mes. 30 santuarios de todo el mundo se unen a esta iniciativa querida por el Papa Francisco.

La Congregación honra a María, la Madre de Dios, como su patrona especial. La Regla de Vida nos invita naturalmente a dirigirnos a la Virgen.

En comunión, el Papa Francisco propone una oración para rezar al final del rosario.

 «Oh María,
siempre resplandeces en nuestro camino
como signo de salvación y de esperanza.
Nos encomendamos a ti, salud de los enfermos,
que, junto a la cruz, fuiste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.
Tú,
bien sabes lo que necesitamos
y estamos seguros de que nos cuidarás
para que, como en Caná de Galilea,
puedan volver la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Amor Divino,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y a hacer lo que nos diga Jesús,
que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
y cargó con nuestros dolores
para llevarnos, a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección. Amén.

Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.
No ignores nuestras súplicas, nosotros que estamos en la prueba,
y líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. »

Oración a María, la mujer de la escucha, de la decisión y de la acción.

María, mujer de la escucha, haz que se abran nuestros oídos, para que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre los miles de palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos, a cada persona que encontramos, especialmente a los más pobres y necesitados, que tienen dificultades.

María, mujer de la decisión, ilumina nuestra mente y nuestro corazón, para que sepamos obedecer a la Palabra de tu Hijo Jesús sin vacilaciones; danos la valentía de la decisión, de no dejarnos arrastrar a que otros orienten nuestra vida.

María, mujer de la acción, haz que nuestras manos y nuestros pies se muevan «deprisa» hacia los demás, para llevar la caridad y el amor de tu Hijo Jesús, para llevar al mudo, como tú, la luz del Evangelio. Amén.

Papa Francisco,   31 Mayo de 2013

Las dos fotos anteriores fueron tomadas en la comunidad de los Hermanos en Nanclares de la Oca, España. Fueron realizadas por el Hno. Mariano Gutiérrez, a excepción de la última realizada en Argentina, Distrito Divina Providencia.

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