
Semana santa en Familia menesiana en Santo Domingo de la Calzada.
«Los hermanos de la comunidad de Santo Domingo nos acogieron como una familia a un grupo de hermanos y laicos para celebrar juntos la Pascua de Jesús. Como otros años, una invitación nos llegó, “Mucho más de lo que podíamos SOÑAR”, y nos pusimos en camino a reconocer el sueño de Dios en la Pascua de Jesús.»
«El viernes nos adentramos en el vía Crucis de la mano del lenguaje de los jóvenes de la JMJ. Ellos, en presencia del Papa Francisco, representaron 14 estaciones donde el mundo actual muestra su cara más dura e hiriente pero también se abre a la esperanza, la ternura y la reconciliación.»
«Una nueva comunidad nos acogió, la comunidad del pueblo de Ojacastro, a ellos nos unimos y ellos nos acogieron en su parroquia, una comunidad pequeña y modesta, igual que nuestra presencia.»
«No me olvido de los niños, DISFRUTARON, y lo escribo en mayúsculas, del cuidado de las gallinas y sus polluelos. Aprendieron de la mano del hermano Alberto cómo alimentarlas, resguardarlas de la lluvia, cogerlas sin miedo y sin atemorizarlas, saber que los polluelos necesitan calor y delicadeza, recoger los huevos con prudencia, no buscar amasar más huevos de los que necesitamos… y por la tarde OJAPARK, correr, competir, saltar y disfrutar de jugar juntos.»
«Terminamos el día en oración con las siete palabras de Jesús en la cruz, palabras difíciles de pronunciar, pero hondas y reveladoras del mensaje de Jesús, el sueño de Dios para toda la humanidad.»
«El sábado dedicamos la mañana a revivir ese primer día de los discípulos sin Jesús, desconcertados, desalentados, perdidos, solos…y unas claves, dónde buscarle, dónde esperarle, dónde descubrirle: AGUA-PAZ, CIELO-LIBERTAD, FLOR-BELLEZA, MONTAÑA-FORTALEZA… Nuestra realidad nos habla, en nuestra propia historia se revela Su Presencia si sabemos dejarnos alcanzar…»
«Y llegó María. La tarde del sábado de nuevo otro testigo, María la madre y discípula que permanece siempre, a veces callada “María guardaba todo en su corazón”, otras veces alzando la voz “haced lo que Él os diga”. María condensa en una voz, “Hágase”, la historia de Dios, la historia de Jesús, principio “Hágase en mí según tu palabra” y final “hágase tu voluntad y no la mía”.

Colegio menesiano de Santo Domingo de la Calzada
«Con esto, en silencio, en tímida conversación, en paso lento, sin prisas pero en compañía hicimos el camino de Emaús, en caminata hasta el pueblo de Santo Domingo. En parejas, en grupo, cogiendo flores, echando siesta, haciendo juegos, recordando vidas compartidas, proyectando futuros cercanos… tibiamente se abría paso “no ardía nuestro corazón”.
![]() Tiempo de bendición |
![]() tiempo para compartir y reir juntos |
«Ya al final del día volvimos a Ojacastro, esta vez con la sensación de ser ya, de alguna manera, conocidos, nos esperábamos para celebrar como comunidad la Pascua, la alegría de que la Luz inunda la vida, la alegría de Jesús Resucitado. El final del día tuvo la sencillez de compartir cena con la comunidad de Santo Domingo y extender la mesa a una sobremesa de risas, confidencias y miradas de amigos, amigos que se reunen en su nombre.»

Foto del grupo
«Y para terminar una pista, “Volved a Galilea, allí le encontraréis”, hicimos las maletas, nos despedimos con un “hasta pronto” y emprendimos un nuevo viaje a nuestros lugares (Bilbao, Santo Domingo, Portugalete, Burgos, Valladolid, Madrid, Zamora, Nanclares…), nuestras realidades (colegio, trabajo, familia, comunidad, …), nuestras mochilas (soledad, enfermedad, desaliento, cansancios, rutina…) pero una frágil esperanza nos acompaña, como un soplo de viento, un susurro más que un estruendo “Él vive”.
Testimonio de María Hernando